viernes, 24 de abril de 2009

Triste realidad ganadora de premios

La cruda realidad gana premios también.

Ha caido en mail un link a un video, que muestra una verdad desgarrante y triste. Que lo único que me hizo pensar es que Todos somos el Mr. Scruch moderno y nos atrevemos a apuntar con el dedo a los demás.

Lo malo es que hemos "sobrepoblado el personaje" que ya no hay suficientes fantasmas para hacernos entrar en razón.

Video Chicken a la Carte

Chéquenlo y pásenlo. Solo nos queda ser nuestros propios fantasmas.

2 comentarios:

Marcelo Dance dijo...

Una desproporcionada distribución de las riquezas, es lo que lleva a que en todos los países del mundo veamos ejemplos como los del video.
No hay país del planeta donde no haya pobres, sin techo o mal alimentados. Ni siquiera en las grandes potencias.
Pero no es la excusa. Las clases dirigentes deberían solucionar algo que está al alcance de sus manos. Con el Comunismo, el Fascismo, la Social-Democracia, el centro, la derecha, la izquierda, no me interesa... Pero ellos deberían saber como solucionar estos temas y tienen herramientas como para hacerlo.
Un ser humano no necesita más que una suma que oscile entre u$s 1.000.- y exageremos u$s 7.500.- para vivir holgadamente en cualquier país de Latinoamérica.
Entonces que hacen los Microsoft, Nextel, Petrobrás, Nokia, Repsol, Telecom, AOL, Shell, McDonalds y demás empresas multinacionales con sus millonarias ganancias? Solo alimentar poder, avaricia y una ambición desmedida, que ojalá en último caso, lograran hacer felices a los hijos de puta dueños de esas empresas, pero ni siquiera eso. Son tan infelices como cualquier hijo de vecino.
No podremos cambiar el mundo, pero siempre recomiendo prestar atención a lo que nos rodea, porque en nuestro pequeño mundo cotidiano, podemos influir y mucho, con pequeñas e imperceptibles acciones.
Saludos Moka!

Moka Hammeken dijo...

Has dicho bien... y acongoja saberlo ¿no? La solución esta exactamente enfrente, pero con tanta burocacia y vueltas, terminamos desorientados y cansados.