La verdad, no creo que nadie haya pasado por su vida sin pasar por una situación similar por lo menos una vez (al mes jajaja). Historias sobre el tema hay miles, todas vergonzosas y divertidamente llenas de morbo. Los pretextos y las ideas mas locas de escondrijos; las corretizas, los diálogos, nada, nada se compara con lo que a este individuo se le ocurrió.
Jamás en mi humana vida, hubiera pensado idea tan genial y llevada a la práctica con tanta naturalidad.
Aplaudo su responsable irreverencia.
Ahora la verdad con este otro... muchas cosas vinieron a mi mente... y también entiendí muchas cosas... mhmmmm mhmmm.
Pero... ¿Y el teléfono? ¿mail?... ¿Así la deja y se va? Su tarjeta de presentación ya está, pero falta la información "de contacto". Ahora si que la dejó "como agua para chocolate".
Ese no es un ser humano que cumpla con las normas básicas de urbanidad. Necesita una lección ¿alguién se apunta?
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