Según esto, un hombre, creo yo desesperanzado, frustrado, harto de la vida, aburrido y demás, quiere que hoy se acabe el mundo. Que empiece todo el asunto de las abducciones, raptos y similares.
Mi pregunta es ¿como, en este país, vamos a distinguir entre el suceso religioso y los secuestros?
A esta hora ya debe de haber muchos desaparecidos, entonces supongo que los que quedamos no cumplimos los requisitos y no somos lo suficientemente buenos... Somos varios..
Ahora bien, ya tengo planes: Una fiesta apocalíptica... No hay mañana, no hay cruda, no hay remordimientos, no hay chismes, no hay vergüenza... Solo hoy y sus completos excesos...
Todos los excesos...
No una fiesta... LA FIESTA